Hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas.
Mark Twain
Los números vuelven a ser engañosos en fútbol,
porque cualquiera que eche un vistazo a las estadísticas del Real Madrid – Olympique de Lyon no podrá explicar porqué el equipo blanco no pasó la eliminatoria
o, al menos, no ganó el partido.
El Real Madrid remató el doble que el Lyon
(16 remates frente a 8), tiró más entre los tres palos (6 contra 3), sacó más
de esquina (9 córneres contra 2) y tuvo mucha más posesión de balón (63% del Madrid por 37% del Lyon). El equipo blanco perdió menos balones y recuperó
más que el Lyon y, además, completó un total de 466 pases, lo que supone un 78%
de acierto frente a los 211 pases de los franceses y su 60% de efectividad.
Podríamos pensar que esa aparente superioridad blanca fue
simplemente una acumulación de pases intrascendentes, pero lo cierto es
que la sociedad Guti – Cristiano Ronaldo fue la más participativa del
encuentro. Una dupla indiscutiblemente ofensiva que se pasó el balón entre
ellos hasta 23 veces, cifra a la que no llegó ninguna otra pareja de jugadores
en el campo.
¿Será que el Real Madrid corrió poco o tuvo
una preparación física insuficiente? Cada
jugador madridista corrió una media de 11.500 metros, mientras que cada
futbolista de Lyon completó una media de 11.600. Parece evidente que esos cien
metros son una diferencia insignificante, especialmente cuando el Madrid fue
tan superior en la posesión de balón. De hecho, Las Diarra y Sergio Ramos
fueron los jugadores más generosos, recorriendo más de once kilómetros en los
90 minutos. Incluso Guti, siempre sospechoso de indolencia, corrió más metros
que Toulalan. Pero esto es fútbol, el deporte donde las estadísticas casi nunca
desvelan los secretos del juego.
Muchos explican lo ocurrido desde las
decisiones en los banquillos. Las entradas de Kallstrom y Gonalons podrían
parecer una brillante ocurrencia táctica de Claude Puel, pero lo cierto es que
fue una decisión forzada por las lesiones de Boumsong y Makoun. Todos los que
entraron en el segundo tiempo tuvieron una participación notable en el juego
del equipo (Kallstrom estuvo por encima del 70% de acierto en pases cortos y de
media distancia), pero ninguno fue determinante para darle un giro de tal
magnitud al partido. De hecho, el equipo siguió iniciando el juego con Cissokho en el lateral izquierdo, el jugador
que más participó en el inicio del juego francés, renunciando a cualquier tipo
de superioridad en el centro del campo. Para entender más gráficamente la
supuesta revolución táctica del Olympique de Lyon, no hay mejor ejemplo que el
que ha dado Marcos López en futbolitis.es:
“Para que se entienda, imagínense a Puel
dirigiendo al Madrid de Zidane. El movimiento fue éste: quitó a Helguera para
meter a Javi García como mediocentro pasando Makelele a jugar de central con
Fernando Hierro.”
Descubrir porqué el Real Madrid no rindió mejor
es un enigma cuya solución no está en las estadísticas, sino en los indicios
que todo aficionado al fútbol ha sido capaz de ver desde el inicio de
temporada: amplitud ofensiva sólo gracias a las subidas de los laterales,
precipitación en las transiciones defensa –ataque, desequilibrios tácticos
propios de una plantilla que aún tiene fisuras, estrellas por debajo del
rendimiento esperado… Y además, no estaba Xavi Alonso, Higuaín tiro al palo,
Guti desapareció en la segunda parte y una serie de circunstancias que ninguna
ecuación puede despejar y que dejaron al Real Madrid fuera de Europa.